Las modas van y vienen.  Y a menudo eso es algo bueno.  [Piensa en colas de rata y pantalones Hammer]

 La verdad no.

 Sin embargo, la verdad objetiva ha pasado de moda. Y eso es, sin duda, algo muy malo para una sociedad.

 En general, nuestro mundo considera que las verdades bíblicas del cristianismo no tienen relación con la sociedad.  Los creyentes saben lo contrario. La verdad de la ley de Dios, además de su papel en la salvación y la santificación, también beneficia a las sociedades que se adhieren a sus principios. 

 Hay una cualidad de preservación para una sociedad a los principios y acciones justas, como se define en las Escrituras.

 Proverbios 14:34 dice: "La justicia enaltece a una nación, pero el pecado es una desgracia para cualquier pueblo".

 Un erudito bíblico definió la verdad como lo que es coherente con la mente, la voluntad, el carácter, la gloria y el ser de Dios.

 El Antiguo Testamento se refiere al Todopoderoso como el "Dios de la verdad" (Deuteronomio 32:4; Salmo 31:5; Isaías 65:16), y en el Nuevo Testamento Jesús dijo de sí mismo: "Yo soy... la verdad" (Juan 14:6). Al hacerlo, Jesús no sólo hizo una profunda afirmación sobre su propia deidad, sino que también dejó claro que toda la verdad debe definirse en última instancia en términos de Dios*.

 Así que, en nuestro actual entorno contencioso, en el que las fuerzas sociales presionan para segmentar y aislarnos, permítanme ofrecer algunas verdades universales de la Palabra de Dios:

 Todos los humanos son iguales en términos de:

  • nuestra creación (Génesis 1:28),
  • nuestro problema de pecado (Romanos 3:23),
  • nuestro juicio inminente (Hebreos 9:27),
  • El amor de Dios por nosotros (Juan 3:16),
  • La provisión de salvación de Dios (Mateo 28:19),
  • El control providencial de Dios sobre nuestras circunstancias (Hechos 17:26-28),
  • Dios es digno de nuestra obediencia y amor reverencial (Romanos 12:1-2).**

Referencias:

* https://www.gty.org/library/Articles/A379/19031005-19031005

** 90 días a través del Nuevo Testamento por Ron Rhodes

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